1. Desconectar todos los aparatos de sus enchufes.
2. Agegurarse de que no hay ninguna luz prendida.
3. Examinar que el medidor de la luz no se mueva.
Si este se mueve significa que hay una falla en la instalación y que algo está haciendo tierra por una mala conexión y se está consumiendo energía que no se utiliza.
También puede hacer está revisión después de un día muy lluvioso para asegurarse que la humedad tampoco genera consumos especialmente en las instalaciones expuestas a la intemperie.
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